miércoles, junio 25, 2008

Carta de los empleados del Sarmiento al FUDESA

Estimados usuarios:

Al principio contábamos con medios de locomoción, lo que nos permitía poder llegar en tiempo y forma para atender las emergencias técnicas, pero a lo largo del tiempo esos vehículos se han ido perdiendo producto del desgaste y la desidia de TBA al no invertir dinero en su reparación.
Muchas de las instalaciones de los sistemas de seguridad y control datan de más de 70 años, lo que significa ya su caducidad al respecto.
Las máquinas herramientas de talleres se estropean por desgaste y no se reparan por falta de presupuesto. No se provee al personal de materiales para efectuar los mantenimientos, que dicho sea de paso, no pueden jamás ser preventivos por ese mismo motivo.
Tenemos jefaturas que toman decisiones equivocadas y que trabajan bajo presión de superiores que piensan que la empresa de trenes es una empresa de colectivos.
Las estructuras edilicias de talleres y vestuarios de la mayoría de los empleados son desastrosas, lo que significa una degradación de la persona.
Queremos que se sepa que nosotros, los empleados, somos quienes realmente hacemos magia para que los trenes sigan circulando y estamos hartos de que nuestra imagen sea decadente ante el usuario cuando realmente nosotros presentamos siempre nuevas propuestas pero esta gente vive haciendo oídos sordos. No hay que olvidar que aparte de empleados también somos usuarios y nuestras familias también lo son y es por eso que padecemos, al igual que ustedes, del sufrimiento de viajar en TBA y realmente los comprendemos. Cada vez que ocurren descarrilos o accidentes, la empresa se dedica a decir que sus empleados los sabotean pero eso es mentira dado que todo eso ocurre cuando un sistema es decadente y dentro de lo que funciona no se invierte un solo peso en, al menos, mantenerlo.
Generalmente, los empleados, prevemos posibles fallas o descarrilos, etc. Esta empresa hace oídos sordos a todo ello.
Habiendo tanta tecnología y maquinarias, todavía se sigue cargando pesos extremadamente dañinos para la columna vertebral, esta gente no repara ni tan solo los primitivos guinches con que cuenta para aliviar a su personal y agilizar de esa manera ese tipo de trabajos y cuando nos negamos somos tildados de sindicalistas (cuando no lo somos) y de activistas; lo que aumenta nuestra bronca dado que nosotros queremos al ferrocarril y nos duele su decadencia. Quienes nos tildan de eso son los jefes de áreas de Vías y los de Señalamiento, a los que no les importa si su personal se muere o se enferma además si se los expone a un examen para compararlos con su personal, pierden por varios cuerpos de puntaje. En manos de esta gente están las decisiones del servicio de trenes, por lo que a esto se asemeja a entregarle un arma a un mono.
Lamentamos muy sinceramente el sufrimiento que todo esto les provoca día a día haciendo de su viaje un calvario y los acompañamos en su queja que es la nuestra también.

Empleados del Sarmiento