Al Ministerio del Interior
y Transporte
Atención: Sr. Ministro Florencio
Randazzo y Equipo de Transporte Ferroviario
El presente texto pretende sintetizar algunas de las conclusiones a las
que hemos alcanzado desde el FUDESA con respecto al transporte ferroviario en
el ferrocarril Sarmiento. Las recomendaciones aquí propuestas no deben ser
entendidas como propuestas cerradas, sino más bien como ideas inconclusas que a
la hora de llevarse a la práctica deben ser sometidas a un análisis
pormenorizado de manera de que su ejecución sirva a los fines para los que fue
originalmente diseñada. De más está decir que desde el FUDESA nos encontramos a
la entera disposición de quien desee profundizar, debatir y llevar a la práctica
las ideas aquí planteadas.
Introducción
Desde hace mucho tiempo viajamos en el Tren Sarmiento, el “Bendito
Sarmiento” como suele ser llamado. En esas idas y vueltas es inevitable no
tomarse un tiempo para observar. Nos llamó particularmente la atención, la
relación que veíamos y sentíamos entre el ferrocarril, como medio de transporte
y nosotros, los usuarios. Hasta no hace mucho, esta relación estaba casi extinta,
existía un nivel de abandono y despreocupación tal, por los usuarios, que
realmente generaba mucha bronca y resignación. Despersonalización del servicio,
condiciones de viaje indignas, infraestructura deficiente sumado a algunos elementos
un poco menos abstractos pero no por ello menos importantes como ser los
carteles que mencionaban cosas absurdas ,que nadie cumplía, nadie hacia cumplir
y en mucho casos, nadie creía lógico que se cumpliera.
Desde el FUDESA estamos esperanzados de que la re-estatización del
ferrocarril es una oportunidad única para regresarle al Sarmiento su identidad,
para que deje de ser un padecimiento para los usuarios y pase a ser un medio de
transporte, un servicio que acorte distancias, que acerque a las personas.
En los siguientes párrafos buscamos
sintetizar, no solo nuestras experiencias sino también muchas sugerencias, con
sus respectivas justificaciones que a nuestro entender, pueden cambiar
sustancialmente esta frágil relación que existe entre el Tren y el usuario.
Situación Actual
En la Actualidad
la sensación generalizada en el usuario promedio es la desesperanza. Las
frecuencias son verdaderamente desastrosas, lo que contribuye a que las
condiciones en las que se viaja sean realmente malas. Los tiempos de viaje se
extendieron terriblemente, lo que prolonga aún más la agonía. Más allá de las
mejoras edilicias que se ven en las estaciones, visto desde un modo integral se
viaja muy mal.
Partiendo de esta situación, cualquier sugerencia y recomendación que
podamos realizar será completamente en vano si la frecuencia y la velocidad del
viaje no mejoran. Como entendemos que van a mejorar y si así no fuera, poco
podemos hacer nosotros al respecto, preferimos no detenernos en este punto, y
profundizar en aquello en lo que podemos colaborar.
Comunicación con el Usuario
Uno de los puntos sobre los que queremos hacer hincapié y que
consideramos como una de las causas fundamentales de esta “sensación de
desesperanza” es el tópico de la comunicación con el usuario.
Hoy en día, el usuario percibe que la comunicación desde el Tren Sarmiento
es prácticamente nula. Esto no se da por la falta de carteles explicativos o
publicidad, sino por lo alejado que esta esa publicidad del sentir cotidiano y del sentido común de cualquier usuario del Sarmiento.
Una forma clara y concisa de mostrar cómo es que el usuario promedio
recibe los mensajes institucionales que se le pretenden dar desde la publicidad
es a través de un ejemplo.
Se ve mucho la publicidad que lleva como slogan “TU BOLETO SE VE EN
OBRAS” cuya clara intención es la de generar una relación de causalidad entre
el pago del boleto y las obras que se están realizando. Lo que realmente le
queda al usuario de esa publicidad es diametralmente opuesto a lo que se
intenta transmitir. Expliquémonos: El usuario es consciente de que “nadie” paga
boleto (no necesariamente por no tener la voluntad ni por el monto económico,
sino porque en muchos casos no hay boleteros y los mismos guardas insisten en
que pase sin abonar) y que “todo el mundo viaja gratis”. Contrastando la
“realidad cotidiana” (muy pocos pagan boleto) con la publicidad (con tu boleto
hacemos las obras) el usuario, termina por disociar el pago del boleto con las
obras ya que su experiencia cotidiana y el sentido común que desde ésta se va
formando así lo determinan. “Yo no pago el boleto y veo las obras, entonces mi
boleto no influye en lo más mínimo en que haya o no obras”. Cuando hacemos referencia
a que la publicidad es contraproducente, nos referimos a que, al objetivo de la
publicidad (que los usuarios paguemos el boleto y notemos la importancia del
mismo) la presencia de ese cartel refuerza lo contrario en el usuario, la
sensación de que el pago del boleto no tiene relación con las obras. Por lo
tanto es preferible la ausencia de la publicidad a su presencia.
Creemos que este caso se trata de uno de los ejemplos más evidentes, sin
embargo existen decenas de situaciones y actitudes que le evidencian al
usuario, el desconocimiento por parte de las autoridades del ferrocarril de lo
que es el viajar en tren en hora pico. En este sentido resulta imperioso
encarar medidas tendientes a achicar la brecha que existe entre el usuario y el
Estado (en este caso, el Estado en calidad de responsable del servicio). La
convocatoria por parte del Ministerio del Interior y Transporte al FUDESA es,
en nuestra humilde opinión, un paso importantísimo en este sentido y confiamos
en que sea el origen de una relación sinérgica que junte y permita discutir
productivamente a los beneficiarios del servicio, con los prestadores del mismo
de manera de poder mejorar aunque sea un poco, la calidad de vida de las miles de
personas que día a día viajamos en tren. Estamos confiados de que, hoy en día,
ese es el objetivo del Ministerio del Interior y Transporte y que está
encarando esta difícil empresa con convicción y paso firme. Es por eso que
desde el FUDESA estamos dispuestos a colaborar brindando nuestra experiencia y
consejos como usuarios para que de una vez por todas podamos viajar dignamente.
Las mejores ideas surgen de las discusiones, a continuación comentaremos
brevemente algunas de las propuestas puntuales que hemos logrado sintetizar.
Para facilitar la lectura hemos decidido
organizar los planteos explicando primero los problemas identificados, luego la
situación problemática en un texto un poco más extenso y por último la solución
planteada. Es importante resaltar que los mismos deben entenderse como
proyectos NO acabados, sobre los cuales es necesario trabajar en profundidad de
manera de lograr de ellos el objetivo esperado. Desde el FUDESA, estaríamos
orgullosos de participar activamente en el desarrollo de proyectos que tengan
el objetivo de mejorar el día a día de los usuarios.
·
Título: Información al usuario
Problema
identificado: despersonalización del
servicio, ausencia de asesoramiento, incertidumbre frente a inconvenientes,
falta de comunicación personalizada, ausencia o ineficiencia de los mecanismos
de reclamo o sugerencias.
Situación
Problemática: La ausencia de un contacto
humano en el ferrocarril es notoria y repercute sensiblemente en la experiencia
del usuario. Probablemente se trata de uno de los pocos servicios de transporte
donde el contacto con una persona que representa el servicio es prácticamente
nulo. El usuario llega a la estación, saca el boleto sin siquiera ver al
boletero (en muchos casos ni siquiera se ve la silueta, ya que el vidrio es
opaco y tiene enrejado, lo que suele dar una terrible impunidad a los boleteros
a la hora de “equivocarse” con el vuelto), entra al andén (los guardas, cuando
están, suelen mostrarse como personas poco predispuestas a colaborar con las
inquietudes de los usuarios) y por ultimo sale de la estación de destino. En
presencia de algún inconveniente que demore el servicio , el usuario
prácticamente no recibe información institucional del inconveniente (la
información que en las estaciones se transmite por altoparlantes suele ser
insuficiente, tener un pésimo audio y no brindar un tiempo aproximado de
restitución del servicio, lo que genera una gran incertidumbre al usuario con
respecto a cómo continuar su viaje). Esta ausencia de contacto humano aleja aún
más al usuario del Estado dejando en el pasajero la amarga sensación de que a
nadie le importa el servicio ni se preocupan por su bienestar (esto genera en
algunos pasajeros conductas individualistas y egoístas que empeoraran aún más
las condiciones generales del viaje para todos).
Propuesta:
es fundamental construir un puente comunicacional entre el usuario y el
ferrocarril, esto debe ser encarado de forma integral y abarcar todos los
mecanismos de comunicación. En este sentido se plantean mejorar mecanismos de
comunicación existentes y la creación de nuevos.
o
Cartelera:
las carteleras deben contener información real y actualizada que muestre lo que
se está haciendo y también reconocer lo que falta por hacer (por ejemplo, con
respecto a los cambios de vías, resultaría muy útil que el usuario vea en un
mapa, las vías renovadas y también aquellos tramos o cambios de vías donde aún
no fueron renovados). Reconocer lo que aún falta es fundamental para acercarse
al usuario y legitimar aquello que ya se hizo. Esto permite que el usuario
entienda que las obras son parte de un proceso, que ese proceso existe y que
contempla las verdaderas necesidades del ferrocarril. Es muy importante que la
información se corresponda con lo que el cliente vive en el día a día (si no
sucede se deslegitima al emisor del mensaje y se le deja de creer en todo,
incluso en aquello que es verdad).
o
Televisores:
se podrían aprovechar los televisores que muestran el tiempo estimado de
aproximación de las formaciones, para dar información al usuario de las obras
realizadas y las mejoras a desarrollarse (fecha de puesta en servicio de
futuras formaciones, remodelación de estaciones) además de ayudar en campañas
más integrales como la limpieza, ascenso y descenso de las formaciones, viajar
con las puertas abiertas, etc.
NOTA: Es muy
importante mostrar aquellas cosas que aún no se han mejorado ya que esto legitima el mensaje y muestra que quien
está llevando a cabo las obras y la mejora del servicio está consciente de las
verdaderas necesidades que tiene el usuario y NO solamente en “maquillaje para
las cámaras”.
“EL USUARIO SABE MEJOR QUE NADIE TODAS LAS FALENCIAS DEL SERVICIO,
MOSTRARSELAS NO VA A HACERLE ACORDAR QUE EXISTEN, SINO QUE VA DEMOSTRARLE QUE
QUIEN ES EL RESPONSABLE DE SOLUCIONARLAS ENTIENDE AL USUARIO, SUS NECESIDADES Y
ESTA REALMENTE COMPROMETIDO CON LA MEJORA INTEGRAL DEL SERVICIO”.
o
Ayudas:
En el marco de la “humanización” del servicio y tratando de darle un “rostro
humano” al ferrocarril, una “Cara visible” resultaría sumamente útil, la
presencia de personal bien instruido que pueda repartir folletería y comentarle
a los usuarios sobre las mejoras que se están realizando, lo que falta por
hacer y lo que está por hacerse. Al mismo tiempo, podrían recibir sugerencias
de parte de los usuarios para ser tenidas en cuenta a futuro. Este punto es muy
importante y resulta fundamental para generar en el Sarmiento una verdadera
“revolución”, no solo una mejora cuantitativa sino un verdadero “Nuevo
ferrocarril”. La selección y capacitación del personal debe ser muy cuidadosa,
así como también debe tenerse muy presente su seguridad y la ubicación que
ocuparan, pero estamos convencidos que serían el complemento perfecto para que,
junto con las nuevas formaciones y las mayor frecuencia, los usuarios “VEAN y
SIENTAN” la revolución ferroviaria.
o
Detalles menores como información al interior de las formaciones (tiempo
estimado de llegada, hora, temperatura, etc.) tanto sonora como visual serian
bien recibidas por los usuarios.
o
Información certera frente a desperfectos de distinta índole: Es muy
importante, que frente a problemas en el servicio, independientemente de su
causa ,se le avise al usuario de todas las maneras posibles (mensajes de texto
a quien se suscriba, redes sociales, mensajes en los televisores , mensajes en
la aplicación web, mensajes por parlante en las estaciones, etc.) y que se
brinde información clara y concisa con respecto a: causa del inconveniente,
ubicación del mismo, tiempo estimado de restablecimiento del servicio (muy
importante) y situación actual del servicio (demora en minutos, servicio
reducido, etc.). De esta manera, se puede disminuir sustancialmente el malestar
que los inconvenientes generan en el usuario, además de mostrar un real
compromiso de parte del estado para con los usuarios y colaborar con estos
brindándole la información necesaria para que determinen como continuar con el
viaje.
o A modo de
ejemplo, trascribimos un comentario de uno de los miembros del Fudesa: “En el caso de la estación Moreno
los días domingos, a las 20.40 o 45 sale el último tren a Once, antes
había un servicio de colectivos sustitutos del tren hasta la 1 de la mañana,
ahora ya no está. Tampoco hay carteles en las entradas que indiquen esto del
último servicio a Once, tampoco el personal de seguridad, y si está, no sabe
mucho. Los servicios de colectivos (pagos) sólo van hasta Morón y hasta
Liniers, por lo que hay que tomar 2 medios. Entonces los volantes que
repartieron indicando los horarios del tren y los colectivos sustitutos ya no
sirven, tampoco la web
www.infotren.gob.ar. Tampoco se pueden bajar los horarios en formato pdf, sólo se puede
imprimir directamente de web
http://www.sofse.gob.ar/galeria pero se ve muy chiquito.”
NOTA: una de las cosas que más molesta al usuario más allá de las
condiciones de viaje y de las demoras es La
Incertidumbre.
·
Título:
Tratamiento del caudal de pasajeros en
“horas pico”.
Problema identificado: Amontonamiento de gente, falta
de organización, desinterés por el otro, ausencia de responsables,
despersonalización del servicio, falta de respeto por el otro.
Situación problemática: El importante caudal de
pasajeros que recibe el Sarmiento en las horas pico sumado con los problemas de
frecuencia genera un importante amontonamiento de personas que aguardan el
arribo de las formaciones, fundamentalmente en las estaciones de Once y
Liniers. La falta de organización, la impunidad que brinda la ausencia de una
figura de autoridad y la deshumanización del servicio causada por años de
abandono y desinterés generan una situación realmente inhumana cuando la
formación llega a la estación. Es importante entender lo que sucede cuando
después de 15 minutos de espera, una formación llega a la estación de Once.
Trataremos de transmitirlo a través de un relato en primera persona de un usuario
que nos escribió:
“Un día normal, a
eso de las 18, llego del trabajo a la estación de Once, identifico el andén
desde donde saldrá el próximo tren y empiezo a caminar siempre tratando de no
pararme donde toca el furgón. Voy viendo cuanta gente hay y en cuanto veo un
huequito me acerco. Ahí comienza la tortuosa espera, que puede superar
cómodamente los 15 o 20 minutos, esperando a que llegue una formación y rezando
porque sea alguna de las que tiene aire acondicionado. En cuanto veo que la
formación está llegando, yo y todos los que me rodean comenzamos a acercarnos.
La gente se va acomodando, ponen las mochilas hacia delante, se sacan el mp3,
guardan el celular y se preparan para la “batalla”, la batalla por un asiento.
En cuanto el tren avanza por el andén, cada vez más lento, todos tratamos de
calcular, aunque en general no lo logramos, donde parará alguna de las puertas.
Quedar en medio de dos puertas es garantía de viajar parado y apretado. Quedar
cerca de una puerta, tampoco garantiza nada, sino que es solo el comienzo, el
punto de partida de la indigna carrera por un asiento. En cuando el tren se
detiene y se abren las puertas se produce uno de los ejemplos más claros de
deshumanización del Sarmiento. Quienes están adentro pujan por poder salir al
mismo tiempo que quienes están afuera pujan por poder entrar, ninguno deja que
el otro avance y los pocos que pueden entrar corren hasta un asiento vacío,
cada segundo cuenta. Después, ya un poco más tranquilos entran los eslabones
más “débiles”, los menos “salvajes” los que, en definitiva, no van a poder
sentarse y van a viajar parados y apretados, esos son las mujeres, los ancianos,
los niños y aquellos que todavía creen y respetan ciertas normas básicas de
convivencia. Lamentablemente, estos que aún creen que en una sociedad
civilizada, primero se debe dejar bajar y después subir, son de los más
perjudicados, ya que en esta selva, quien respeta las normas y quien piensa en
los demás siempre sale “perdiendo”
Esta situación es consecuencia
directa de la deshumanización del Sarmiento, de la falta de un sentido de
comunidad y la creencia generalizada, y en muchos casos cierta, de que si uno
no se vale por sí mismo (aunque eso implique pasar por arriba de otro, a veces
literalmente) nadie hará nada por uno.
Consideramos muy útil comparar
esta situación con la del colectivo, ya que en definitiva SON LAS MISMAS PERSONAS,
las que bajan del colectivo y suben al tren. En el caso del colectivo, todos
los pasajeros hacen cola para subir y van subiendo al colectivo en función del
orden de llegada, las embarazadas y ancianos reciben prioridad y los pasajeros
no tratan de sacar ventaja unos de otros. Una de las principales diferencias que
hay entre ambos medios de transporte es el chofer, la presencia de un ser
humano que es percibido como una figura de autoridad que en representación de
la empresa de colectivos hace las veces de garante de los derechos de los
pasajeros y de autoridad al interior del vehículo. Esta figura humana, aunque
por lo general se limita a conducir y cobrar boletos ayuda a que los pasajeros
respeten a sus pares y reconozcan las ventajas que tiene todos por el
cumplimiento de las normas básicas como ser el de dejar bajar antes de subir.
Además la presión social que es un fuerte regulador de las conductas de los
individuos ha perdido mucha fuerza en el tren, aunque si la conserva en otro
medios de transporte. Es esta conciencia social, la que hay que recuperar en el
ferrocarril para que el viaje pueda ser un poco más digno para todos.
Propuesta: Teniendo en cuenta lo dicho
anteriormente, para revertir la situación resulta fundamental la participación
activa del Estado. Complementando los “Ayudas” en las estaciones, en los
andenes debe haber personal que “invite amablemente” a los usuarios ubicados
sobre el andén a que dejen bajar antes de comenzar a subir (esto sería
prioritario en la estación Once en horarios pico, aunque podría extenderse a
otras estaciones). En la medida que los pasajeros se vayan acostumbrando y se
vaya formando una “presión social” por tener esta conducta que condene a
quienes quieran subir antes de tiempo y vayan notando las ventajas que conlleva
algo tan simple como dejar bajar antes de subir dejará de ser necesario la
presencia del personal. Estas acciones también deben ser publicitadas. La
publicidad de las mismas, daría una muy buena impresión a los usuarios, ya que
estaría dejando en evidencia que el Estado realmente entiende los problemas que
aquejan a los usuarios, incluso aquellos que son menos evidentes. Muestra a un
Estado que se preocupa por su bienestar y que más allá de la obra pública y la
infraestructura el verdadero objetivo es mejorar la calidad del viaje en todos
sus aspectos.
Conclusiones
La comunicación con el
usuario es indispensable para ir acompañándolo en el proceso de transformación
del “Nuevo Ferrocarril”
El
tema de la Información
y el del Tratamiento del caudal de pasajeros en horas pico son solo
algunos de los avances que deben ir haciéndose para mejorar de manera integral
la calidad del viaje del usuario. Las propuestas aquí planteadas no implican
grandes erogaciones sino que son pequeños gestos que aunque a simple vista
parecen menores, realmente generan una mejora sustancial en la percepción que
los usuarios tenemos del ferrocarril.
Desafío: El ferrocarril
Sarmiento como modelo de gestión en la comunicación con el usuario para que,
paulatinamente, se traslade al resto de las líneas urbanas.
Queda lanzada la imagen de la comunicación
directa y activa entre el Personal comunicacional estatal y el Fudesa.
Atentamente, un saludo cordial,
Frente de
Usuarios Desesperados del Sarmiento